lunes, 28 de octubre de 2013

Capítulo 2

CAPÍTULO 2:
Sara
La ducha le ha sentado bastante bien. Ha conseguido relajarse un poco y recapacitar. Van a dar las once de la noche y todavía no ha cenado. Su barriga empieza a crujir. Se pone el pijama rápidamente y baja a la cocina a por algo para cenar. Sus padres van a pasar el fin de semana fuera y no han dejado nada preparado para comer.
–Marta, ¿te apetece que pidamos una pizza?–grita desde la cocina.                                                                                                                           
En menos de un segundo su hermana ya está en la puerta de la cocina con el teléfono en la mano y una gran sonrisa dibujada en su cara.                                                                                                                       
– ¿Para esto sí que corres verdad? ¿De qué te apetece la pizza?–dice Sara al verla.                                                                                                        
– ¿Una 4 quesos?                                                                                                      
–Está bien.                                                                                                                 
 –Cuándo acabes me pasas el teléfono que tengo que hacer una llamada.                                                      
– ¿Una llamada a quién?                                                                                          
– ¿Y a ti que te importa? ¿Verdad que yo no te pregunto con quién hablas las 24 horas del día? ¿O qué hacéis David y tú en la habitación cuándo mamá y papá no están? Son cosas muy evidentes, por eso no pregunto.                                                                                  
Sara coge a su hermana por el pelo y la mira desafiante.                                                           
– ¿Papá y mamá no están verdad?–dice Sara.                                                                                   
 – ¡Ya lo sé! ¡Suéltame el pelo que me haces daño!–dice Marta.                              
– ¿Y quién manda cuándo papá y mamá no están?
– ¡Alex!–grita Marta.
–Pero cuándo Alex tampoco está mando yo, ¿verdad?                    
–Sí… ¡Sara suéltame que me haces daño!
Suelta a su hermana y cierra la puerta de la cocina.
Marta la pone de los nervios y cogerla de los pelos es la única manera de contenerse y de que su hermana se relaje. Coge el teléfono, marca el número de Telepizza que hay apuntado en la nevera i le pide la pizza a la chica que la atiende.
–Muy bien. ¿Qué piso es? – dice una chica desde la otra línea del teléfono.                                
–4ª 1ª –responde Sara.                                                                                                         
–Muy bien, en menos de 15 minutos tendrá su pizza en casa.
Cuelga el teléfono y se lo lleva a su hermana.                                                       
–Gracias. –dice Marta.
Entra en su habitación y coge su portátil. Lo enciende e inicia sesión en su cuenta de Facebook. Miriam todavía no se ha conectado. Quizá sea la hora de cambiar su estado sentimental en Facebook por tal de evitar malos entendidos.                                                                        
Un estado aparece en su muro: <Sara Ferrer ha pasado de tener una relación a estar soltera.>                                                                  
Una ventana del chat se abre tras un ligero plip.                                             
Aquí empieza la tortura e interrogatorio de gente con la que no hablas normalmente y de repente muestra un gran interés por tu vida. Exacto, a esa gente se le llama: ¿Cotillas? ¿Interesados?      
Cualquiera de las dos opciones serviría.                                                           
Se lee el mensaje por encima:                                                                              
¿Lo habéis dejado tú y David? Vaya, con la buena pareja que hacíais. Supongo que será por la distancia o algo por el estilo. ¿Me equivoco? Aquí estoy para lo que necesites preciosa.
Se limita a contestar con un:
Gracias.
Odia a la gente falsa. Odia a la gente interesada. Pero sobretodo, odia a los cotillas. Odia a la gente que te dice que va a estar a tu lado cuando lo necesites pero que luego desaparecen sin más. Odia a la gente que dice ser tu amiga y luego va hablando de ti a tus espaldas.                                                                                                                         
Como decía su abuela, todo el mundo te va a hacer daño en la vida, solo necesitas encontrar a las personas por las que vale la pena pasarlo mal. Sabe que la frase no era de su abuela, pero la decía constantemente y ella sabía que tenía razón.                                               
Una de esas personas por las que vale la pena pasarlo mal es Miriam. Ella siempre ha estado a su lado para lo bueno y para lo malo, igual que Sara para ella. Miriam pasó una muy mala temporada cuando su padre murió y ella estuvo siempre a su lado. Espera que ella esté a su lado ahora, porque sin duda es cuando más la necesita. Necesita hablar con ella ahora…                                                                              
Coge su móvil y marca el número de su amiga. Mierda, no tiene saldo.                                                                                                                   
Se acerca hasta la habitación de su hermana y entra sin llamar a la puerta.                                                                                                                           
– ¿No te han enseñado nunca a llamar a la puerta o qué?–grita su hermana al verla entrar.                                                                                        
–Pasame el teléfono.                                                                                                
–No, estoy hablando yo. –responde Marta repelentemente.                         
Sara la mira amenazadora y Marta suspira fuerte mientras se vuelve a colocar el teléfono en la oreja.
–Luego hablamos, Marcos. –le dice al chico que hay en la otra línea del teléfono. –No, está mi hermana delante, adiós.                                               
Cuelga y le entrega el teléfono a Sara, que lo coge y sale de la habitación.           
Una vez en su cuarto, marca el número de Miriam.
– ¿Sara? –responden a la otra línea del teléfono.
– ¡Miriam! No te has conectado en todo el día.
– Ya… Bueno, yo… He estado con Iván.
–Ah, entonces… ¿Ya se lo has dicho?
Silencio al otro lado de la línea.
–Miriam, ¿te encuentras bien?–pregunta Sara.
– ¿Nos podemos ver mañana?
–Claro, a las diez te paso a buscar. Tengo mucho que contarte…
Se despiden y las dos cuelgan el teléfono casi al mismo tiempo.
El timbre de casa suena.
Sara responde y abre la puerta de abajo para que suban con la pizza.
Espera varios segundos en la puerta mirando al ascensor.
La puerta del ascensor se abre y tras ella aparece un chico de ojazos azules con una caja de pizza en la mano.
Debe tener unos 17 años, como ella.
El chico se acerca hasta ella sin hacer desaparecer esa preciosa sonrisa de su cara.
– ¿Una 4 quesos?–pregunta el chico.
–Eh… Sí, sí. Muchas gracias. –dice Sara, cogiendo la caja de pizza.
Se queda delante de él paralizada, mirando sus bonitos ojos.
–Son 15 euros. –dice el chico sin dejar de sonreír.
– ¿El qué? Ah claro, la pizza. Vaya, que tonta. Emm… tengo el dinero dentro. ¿Quieres pasar mientras lo busco?
Mierda. ¿Cómo puede ser tan idiota? Está quedando como una completa inútil. ¿A que vienen esos nervios? Es un chico normal y corriente. Bueno, está bien, no es un chico normal y corriente… Es MUY guapo. ¿Pero qué más da? <Sara calmate por favor… Tú no eres así.> ¿Pero qué está haciendo? ¡Acaba de dejarlo con David!
–Como quieras. –responde el chico entrando al piso.
Sara se dirige a su habitación y coge 15 euros.
Cuando vuelve al comedor se encuentra con su mirada y ambos sonríen.
–Aquí tienes.
Le entrega los quince euros y sus manos se rozan. El corazón se le acelera al instante.
Su subconsciente le regaña por sentir eso por un chico completamente desconocido unas horas después de cortar con David, mientras el pequeño demonio que lleva dentro le dice que su ex era un cabrón.
Levanta la cabeza y se miran.
Los dos sonríen.
Sara le acompaña hasta la puerta y se quedan callados, uno frente al otro, mirándose.
Es como si el mundo se acabará de parar y solo estuvieran ellos dos.
Pero como siempre, su querida hermanita tiene que estropear todos los momentos bonitos.
– ¿Ya ha llegado la pizza? ¡Qué bien! Estoy muerta de hambre…–dice su hermana, cogiéndole la pizza de las manos.
Cuando se da cuenta de la presencia del chico le mira y sonríe.
Sus mejillas enrojecen al instante.
Maldita enana…
–Espero volver a verte–dice el chico, entrando al ascensor.
–Adiós.
Las puertas del ascensor se cierran. Y el mundo vuelve a ser el mismo.
Ella sigue en su casa con su irritante hermanita.
Cierra la puerta y se sienta en la mesa.
Mierda. Ni siquiera sabe cómo se llama el chico…
Y una vez más, su subconsciente vuelve a enfadarse con ella.
Se tiene que centrar. Acaba de salir de una relación de tres meses, no puede estar tonteando con otros tíos tan pronto… ¿O sí? No, no y definitivamente no. Pero si tan solo hace unas horas que lo han dejado.
Su hermana abre la caja y le ofrece un trozo de pizza.
Cuando terminan de cenar se tumban en el sofá y las dos se ponen a ver la televisión.
Pocos minutos después su hermana se encierra en su habitación y se duerme al instante.
Van a dar las doce y media y todavía no tiene sueño.
No ha dejado de llorar desde que su hermana se fue a su habitación.
La puerta del piso se abre.
Sara se incorpora en el sofá y se seca rápido las lágrimas.
Su hermano cierra la puerta suavemente y se acerca hasta ella.
Es raro que haya vuelto tan tarde pero no tiene ganas de hacer preguntas.
Además él ya tiene 21 años y tiene derecho a volver a la hora que quiera. ¡Pero si vive solo desde hace un año! Él siempre ha sido muy independiente.
– ¿Qué haces despierta tonta?–le dice él cariñosamente agachándose y dándole un beso en la mejilla.
–No podía dormir…
Alex se quita la chaqueta y la deja en una silla.
A continuación se sienta al lado de Sara y la mira a los ojos con preocupación.
– ¿Has llorado verdad?–le pregunta.
Sara asiente con la cabeza y una lágrima se desliza por sus mejillas sonrojadas.
– ¿Qué ha pasado?–le pregunta él con un tono relajado y tranquilizador.
–Lo he dejado con David.
Alex se acerca a ella y la abraza fuerte.
– ¿Quieres hablar de ello o prefieres irte a dormir?–le pregunta él.
Sara vuelve a asentir con la cabeza y traga saliva.


8 comentarios:

  1. Hola!!! Al fin hay capitulo!!! Llevaba mirando el blog todos los dias varias veces desde el sabado... Pero la verdad no pudiste publicar en mejor momento... Estoy con unos problemitas y me.sirvio para diatraerme... Me encanta la nove en serio. David un idiota, el chico de ojos azules quiero que aparezca ya de nuevo (me da a mi que es el prota) y tu... Escribes genial!!! En serio me encanta :)
    Besos, Fatima

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    1. Ves como es mas facil asi?? Yo prefiero comentar asi que como usuario de google y luego dejar mi nombre... Ademas, una amiga leyo el otro cap y no pudo firmar...

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  2. Gracias por tus comentarios Fatima, me alegro de que te guste!
    Pronto más, un beso enorme.♥

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  3. Holaaa me gusta tu novela :D quiero mas te pasas?
    http://casijuegosca.blogspot.com.ar/ (vota por proxima novela :D)
    http://amorencopos.blogspot.com.ar/ ese es mi otro blog besoss

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  4. Holaaaa!! me llamo Ainhoa, y vi el enlace a este blog que dejaste el la pagina de las fans de alessandra neymar y decidí pasarme. por lo que veo ha sido un acierto, ya que solo con los dos capítulos que has colgado ya me he enganchado y estoy deseando que continue :D quiero seguir leyéndolo y que aparezca el chico de los ojos azules que me ha enamorado *__* jajjaj

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    1. por cierto, si pudieras poner lo de los seguidores me seria mucho más cómodo para poder seguir tu blog. muchas gracias ^_^

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  5. Gracias por vuestros comentarios chicas:D y Ainhoa, lo de los seguidores no se como se pone:(

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  6. me parece que se pone en gadgets o algo así, pero no me hagas mucho caso porque no estoy muy segura ;P
    pero bueno, si no puedes no pasa nada, ya me iré metiendo de vez en cuando para ver si vas subiendo, que este blog vale la pena mirarlo ;)

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